Qué es la alegría autentica y qué no lo es

La alegría auténtica es básicamente libertad y paz. Cuando la emoción alegría está sana te encuentras en un estado de paz y de plenitud. Una sensación de que nada falta y nada sobra y de que todo está bien. Cuando estás en este estado te sientes lleno, completo y abundante.

Esta paz es consecuencia de haber dejado de luchar. Emerge de una profunda confianza en la vida. Soltar y confiar te lleva a recibir maravillosos e inesperados regalos. Y la alegría te abre para poder recibirlos.

La alegría auténtica no se empeña en nada. La alegría no busca nunca, encuentra por resonancia por la verdad.

Encontrar nace de la paz. Si estás en guerra no puedes encontrar nada, se lo quitas a otro. Si estás en paz, aunque no quieras, encuentras más de lo que tu cerebro pueda procesar.

No puedes estar en paz si tienes necesidades, vacíos emocionales. Estas son exigencias que te hacen buscar donde no hay para nunca satisfacerse.

Soltar y confiar es un mantra muy recomendable para todos. Repite: «suelto y confío». Respira, sonríe y repite de nuevo: «suelto y confío».

Soltar. Soltarte el pelo. Soltar una carcajada es liberar el control y la preocupación por la imagen, por complacer, por cumplir expectativas, por yoquesé.

Reír en consonancia y complicidad con la vida es también soltar; soltar el deseo de forzar que pasen las cosas de la forma y al ritmo que tu crees que es mejor.

Es la humildad de saber que la vida es sabía y que lo que te trae siempre es un regalo aunque a ti pueda no parecertelo a priori.

Soltar y saltar con los brazos abiertos a lo desconocido, al confiar. Entregar las armas y el control. Entregarte a una forma diferente de estar en este mundo.

La alegría auténtica tampoco es estar el plan fiesta y haciendo gracias vacías de significado. Eso es una forma de ocultarte de la verdad y de perpetuar una máscara que aunque a corto plazo te evade como una droga; a largo plazo te hace sentir una gran insatisfacción interior.

Este tipo de alegría falsa, cortoplacista te genera un estado de inquietud, de impaciencia, de necesidad de que te llenen de fuera » compláceme», «dame más» para nunca tener suficiente.

La sociedad actual fomenta la inmediatez, la superficialidad, el vacío existencial y todo lo que  nos conecta con la alegría falsa.

Por lo tanto la alegría no es cualquier cosa. No es un “todo vale”.

La Risoterapia Transformacional nos ayuda a dejar a un lado este esfuerzo y esta rigidez tan desgastante.

Reír y jugar de este modo nos permite liberarnos de falsos miedos y de mentiras que nos hemos contado. Riendo y jugando nos damos los permisos necesarios para dejar los prejuicios que nos encarcelan y las preocupaciones inútiles.

Reír y jugar conscientemente, de la forma en que lo hacemos aquí, nos recuerda que la vida es un juego con unas normas y una leyes por encima de nosotros y de nuestras pequeñas mentes.

En esta escuela de la RISA aprenderemos cómo se hace, cómo es jugar “bien” a este juego de la vida: gestionar nuestra vida para hacer que las cosas nos vayan a pedir de boca. jajajaja

Jugar bien a este juego reporta una gran satisfacción personal y unos resultados exelente a todos los niveles.

«Cuando la vida te sonríe es porque lo estás haciendo bien»